Los contratos comerciales internacionales se basan a menudo en modelos mercantiles de derecho anglosajón. No solo están escritos en inglés, sino que con frecuencia también adoptan la terminología legal y la estructura contractual del derecho anglosajón o common law. Estos contratos se basan en los principios de certeza y previsibilidad, por ello es imprescindible que los asesores legales en derecho internacional de los negocios tengan conocimiento de este sistema legal.

El common law es un derecho de base jurisprudencial, elaborado por los jueces a través de las resoluciones que se convierten en precedentes vinculantes (binding precedent). Por ello, al common law  se le conoce como derecho de elaboración judicial (judge-made law) o derecho jurisprudencial (case law).

Este sistema legal, creado en Inglaterra en el siglo XI, se fundamenta primordialmente en las decisiones adoptadas por los tribunales. Esta es la principal diferencia en relación a los sistemas continentales o de derecho civil, como el español, cuya principal fuente de derecho es la ley.

Dentro del derecho internacional, el common law  tiene una importancia muy relevante debido a las ventajas que ofrece por su capacidad de adaptación, flexibilidad y prevalencia en los países anglosajones, muy utilizado especialmente dentro del sector de los negocios y las finanzas.

Su papel es fundamental en el derecho internacional de los negocios por las características coincidentes con el sistema legal anglosajón como son el carácter diverso y flexible de sus normas y el arbitraje internacional institucionalizado para resolver las controversias de forma alternativa al sistema judicial.

En la aplicación del common law  ante los tribunales se parte de un razonamiento inductivo fundamentado en el estudio de las situaciones particulares del caso, para posteriormente establecer los precedentes dados por asuntos y hechos similares. 

Para el juez británico, estos precedentes son vinculantes, hasta el punto que es obligatorio que su sentencia se ajuste a ellos. Con este procedimiento es poco habitual que las decisiones judiciales varíen en casos parecidos. Pero esta vinculación no supone que el sistema legal anglosajón no pueda evolucionar, sino todo lo contrario, gracias a las constantes modulaciones de las decisiones adoptadas por los tribunales también se pueden establecer nuevos.

TIPOS DE NORMAS Y FUENTES

Este sistema legal engloba dos tipos de normas. Por un lado, se encuentran las no escritas (unwritten) y, por otro, las denominadas normas no promulgadas o sancionadas (unenacted). 

De igual forma, existen varias fuentes del derecho anglosajón o common law:

  • Judicial precedent case law, similar a lo que en derecho continental denominamos jurisprudencia. Esta fuente del common law cobra una enorme y primordial importancia gracias a una ventaja fundamental: no deja las decisiones legislativas en manos del oportunismo político, trasladando la responsabilidad de la equidad del legislador al juez.
  • Legislation statutory law: Son las denominadas leyes, que pueden ser parlamentarias (act of parliament) y disposiciones de tipo reglamentario y la legislación delegada (delegated legislation) emanada del Gobierno central o local, como las órdenes ministeriales (ministerial orders) y las ordenanzas municipales (local by-laws).
  • Custom, que se refiere a la costumbre y es de uso común en el tráfico y sistema legal mercantil (law merchant). Los jueces en la aplicación del derecho se basan en otros fallos similares anteriores, que sentaron precedente y que al reiterarse en el tiempo, han consolidado la costumbre.
  • Books of authority, que en derecho continental basado en el derecho civil se denomina doctrina. Al igual que en España, la doctrina se considera como una fuente secundaria o derivada del derecho, tanto del continental como el del anglosajón.

A pesar de la importancia que todavía hoy tiene la jurisprudencia (case law), su aplicación no significa que tenga prevalencia sobre las leyes escritas (statutory law). Tanto en Inglaterra y Gales como en los Estados Unidos se considera que el derecho jurisprudencial debe aplicarse siempre que sus normas no choquen con las de una ley escrita. 

En caso de conflicto entre el case law y el statutory law, prevalecerán siempre las leyes del Parlamento británico (Parliament Acts), de los Estados (State Acts) o del Gobierno federal (Federal Acts), según se aplique en Inglaterra y Gales o en Estados Unidos. 

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