Las operaciones internacionales suelen presentar problemas financieros, principalmente cuando se trata de pequeñas empresas. Por ello, existen diferentes herramientas de comercio exterior que brindan alternativas de financiación a los exportadores.

Dos de estas herramientas son el Leasing y el Factoring, instrumentos que se abordarán en el Plan de estudios del Máster en Derecho Internacional de los Negocios del ICAM.

¿Qué es el Leasing?

El Leasing se define como una operación de arrendamiento financiero que consiste en la adquisición de una mercancía por parte de una sociedad especializada. Al vencimiento del contrato dicha sociedad debe entregar la mercancía en arrendamiento al cliente, con opción de compra.

En otras palabras, este contrato permite al arrendador traspasar el derecho de usar el bien a cambio de un pago de rentas de arrendamiento durante un plazo determinado. Una vez finalizado el contrato, el arrendatario tiene diferentes opciones: comprar el bien, devolverlo o alargar el periodo de la operación.

En el ámbito internacional se habla de Leasing cuando las partes residen en países diferentes, e incluso, el bien objeto de leasing puede adquirirse en un tercer país. Dentro del mercado internacional el Leasing se presenta como una alternativa de financiación a las exportaciones, en tanto que es en sí mismo un contrato operativo o financiero de locación de un bien económico.

Una de las principales ventajas de esta operación es que, dado que el arrendador puede devolver el bien al término del contrato, no corre el riesgo de desactualización tecnológica por la aparición de nuevos productos o modelos y, en todo caso, si es de su interés la compra de ese bien, puede hacer uso de su poder de compra por su valor residual al término del tratado.

¿Qué es el Factoring?

Al igual que el Leasing, el Factoring es un mecanismo de financiación; sin embargo, su mayor diferencia es que este mecanismo funciona a corto plazo, generalmente vinculado a una entidad financiera que compra las facturas de las exportaciones consumadas a la empresa vendedora y su pago lo hace mediante dinero líquido.

En otras palabras, el Factoring implica ceder los derechos de cobro de las facturas a una empresa o institución financiera para que adelante el importe de las facturas emitidas por la venta de productos o la prestación de servicios. En contraprestación la empresa financiadora cobrará una comisión.

Por tanto, la mayor ventaja que ofrece esta operación es que le otorga músculo financiero a la empresa vendedora para obtener efectivo antes de su vencimiento real.

El Factoring es una herramienta ampliamente utilizada por las industrias que trabajan con una alta estacionalidad, en tanto que provee de efectivo a las empresas para la compra de materias primas y permite financiar equipamiento tecnológico y capital de trabajo.

Este tipo de herramientas financieras son muy importantes para las empresas que quieran internacionalizarse, por ello, aquellos abogados que deseen especializarse en negocios internacionales deben conocer en profundidad estos mecanismos.  Si quieres ser uno de ellos, reserva ya tu plaza en el Máster en Derecho Internacional de los Negocios… ¡y prepárate para responder a los retos del mercado internacional!

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