Entre las funciones de un abogado especializado en negocios internacionales se encuentra la capacidad de liderar procesos de arbitraje internacional, un mecanismo de resolución extrajudicial que cada día toma más fuerza gracias a su rapidez, flexibilidad y neutralidad.

El arbitraje es una vía alterna a los procesos judiciales, que busca resolver disputas mercantiles entre empresas con una relación contractual, por medio de un acuerdo que ofrezca una solución al conflicto. Se considera arbitraje internacional a los procesos donde las partes tienen su origen o residencia en diferentes países.

Cuando la fase de negociación entre las partes involucradas no se resuelve con éxito, pueden solicitar voluntariamente el sometimiento al arbitraje y elegir el idioma, el lugar, la ley y el árbitro que llevará el proceso, y quién será el encargado de llegar al acuerdo que responda a los intereses de todas las partes.

 

Organismos internacionales encargados de los procesos arbitrales

En el ámbito internacional, los procesos arbitrales están regulados por convenios, tratados internacionales y organismos, entre los que destacan los siguientes:

  • La Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional.
  • La Comisión Interamericana de Arbitraje Comercial.
  • London Court of International Arbitration (LCIA).
  • Cámara de Comercio Internacional (CCI).
  • Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (ICSID).

¿Para qué sirve el arbitraje internacional?

Como mencionamos anteriormente, el arbitraje es una opción sencilla y eficiente frente a los Tribunales de Justicia ordinarios. Algunas de las ventajas más importantes de este mecanismo son:

  • La simplicidad del procedimiento para la resolución de conflictos.
  • Es un mecanismo mucho más rápido que los procesos judiciales tradicionales.
  • Las partes pueden elegir entre un árbitro único o un tribunal arbitral, de acuerdo con la complejidad del caso.
  • Los árbitros cuentan con mayor libertad en la aplicación de las normas jurídicas que los jueces.
  • Los árbitros son neutrales al no estar vinculados con los órganos judiciales de los países de origen de las partes involucradas.
  • Mientras que los procesos judiciales deben someterse al principio de publicidad, los procesos arbitrales pueden llevarse en absoluta confidencialidad.

En conclusión, este proceso es muy importante para empresas que se han internacionalizado y quieren resolver eficientemente conflictos comerciales. Por ello, si quieres especializarte y participar en este tipo de procesos, no pierdas la oportunidad de cursar el Máster en Derecho Internacional de los Negocios del ICAM. ¡Te formarás de la mano de los mejores profesionales del sector!

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